Disciplina en la cultura JAPONESA Y LATINOAMERICANA
Me han me están preguntando mucho esto. Dice, “¿Ha tenido auge? ¿Gusta mucho que usted diga en Colombia que japonés no es más inteligente que el colombiano, simplemente es muy disciplinado, que el colombiano sí es muy talentoso, pero le falta disciplina? Pero, ¿cómo logramos ser disciplinados? Eh, no se logra ser disciplinado de la noche a la mañana porque la disciplina es solo el resultado de tres factores: organización, limpieza y puntualidad. organizaciones porque el japonés siempre está bautizando los lugares, nunca pierde las llaves porque tiene un lugar para las llaves. Siempre está bautizando. Japones tiene un lugar para los zapatos, tiene un lugar para las medias, tiene un lugar para las camisas blancas, tiene un lugar siempre tiene toda la casa está bautizada y le molesta mucho cuando cambian las cosas de lugar porque él dice, “Ese es el lugar, bautizar lugares y optimizar eh los tiempos con la ubicación de de las cosas. Eh, la disciplina es el resultado de esa organización que también debe ser sumada a la limpieza. Limpieza es eliminar cosas. El japonés debe eliminar siempre, todos los días, muchas cosas porque él no tiene un terreno tan amplio como el nuestro. Japón es muy pequeño, mucho más pequeño que Colombia, unas tres veces más pequeño que Colombia y y 100 casi 100 millones de habitantes más 130 millones de habitantes en Japón. Imagínese una isla pequeñita sin oro, sin petróleo, sin flores, sin cafés, sin nada, llena de japoneses, no más todos igualitos. Yo llego allá y no sé cuál soy yo. No, no menti pero me indigna, siempre me indigna pensar como un país tan pequeño que no tiene casi nada, solo gente, es dueño de Toyota, Suzuki, Kawasaki, Yamaha Nisa, Mitsubishi, Sonico, Toshiba, Hitachi, Honda Nisa, Casio, etcétera, etcétera. ¿Cómo puede ser un país tan exitoso? La tercera economía más fuerte del mundo que tienen ellos, que no tengamos nosotros. Y es que la crisis de vivir en un terreno tan pequeño los ha hecho valorar muchísimo los espacios y siempre eh eliminar, tener la cultura de estar eliminando, porque el espacio es vital. Si usted lo nota bien, todos los días hay cosas que eliminar. Si no eliminamos se van acumulando. Si usted abre su armario y tiene prendas que no ha usado por 6 meses, tal vez no las va a usar y hay que eliminarlas. Ese es uno de nuestros temas en Ciudad Bolívar. Botes a chaqueta solo tiene tres posturas. La postura del abuelo, del papá y la mía. Si usted sigue con eso, se va a crear un parámetro en su mente de que tiene que estar aferrado a las cosas y si no lo elimina, no va a haber un espacio para que lleguen cosas nuevas. Hay hay que hay que hay que sacar. El japonés no concibe, no entiende cuando visita Colombia dice, “Qué país tan grande, tan casas tan grandes”, dice el japonés. Y y le impresiona mucho que tengamos es que en Japón tener un un carro muy bonito, nadie lo mira, ¿sabe? Usted ve pasar de todo tipo de carro y la gente no mira. Pero cuando alguien pasa con un perro, la gente dice, “Uy, tiene plata.” Tener un perro en Japón es tener plata, porque tienes tiene que tener espacio para tener un perro. Y cuando visitan Colombia, mi localidad, Ciudad Bolívar, dice, “Oiga, tiene mucha plata.” No, lleno de perros eso. Por una familia, tres perros. Tres perros. Sí. Y son pobres. Eso dicen. Claro. Eh, y y cuando entran a la casa se impresionan, ¿no? Nosotros tenemos terraza, segundo piso, eh, una terraza y y unas ventanitas para que el perro saque la cabeza y mire por ahí para que no se aburra. Eh, cosas que el japonés nota y uno no. Eh, también dicen, “¿Y ese cuarto qué es?” Ah, es San Alejo. Ese cuarto es claro, la prueba de que no eliminamos cosas. Es el cuarto del uno nunca sabe. Media pintura seca uno nunca sabe. Métala allá. ¿Para qué va a servir media pintura seca? Uno nunca sabe. Uno nunca sabe. De pronto para estar pesas cuando esté bien dura o algo así. medio triciclo. Uno nunca sabe. Mét se pierde la abuelita. No, allá está. ¿Dónde más va a estar? Es tal vez somos organizados, pero sufrimos con la limpieza. No en el sentido de que seamos sucios, sino en el sentido de que no podemos hasta limpiar lo que acumulamos. Pero, pero no es correcto. Hay que eliminar definitivamente. Yo crecí viendo mujeres lavando montañas de ropa así en Ciudad Bolívar. Va a lavar todo eso decía yo. Dani, sí, esa la blanca Kenji. Míren la de color. ¡Uf! Otra montaña. Heroicas las mujeres lavaban eso en en ese lavadero de de granito, ¿no? Con con ese jabón de tierra o ese azul rey y lavaban todo eso a mano. Hoy ya tenemos tecnología, la lavadora. Mi esposa entra a un hogar y y lo primero que ella pregunta es, “Aquí hay lavadora. No le interesa si hay equipo de sonido o un gran televisor. Ella dice, el invento más importante de la humanidad, la lavadora. Saber si una familia es pobre o no es entrar y ver si todavía esclaviza una mujer lavando ropa o ya hay una bendita lavadora, eh, porque deben adquirirla. Eso ameniza el trabajo de todos al afilar en el hogar. Ella ve eso. Yo comienzo a mirar es y cómo está la montaña de ropa porque claro, puede llegar tecnología, pero la mentalidad sigue antigua, aferrados a lo viejo. Entonces, aunque haya lavadora, si la montaña es más grande, es porque no eh estamos eliminando. Un ejemplo muy sencillo es que le decimos, “Mamá, la chaqueta se le quedó a la niña, se le quedó en 6 años. Póngasele al niño. Pero es rosada, mamá. No importa. Para que esté en la casa, nadie lo va a ver. Póngaselo al niño. No la bote que somos pobres. Ya se le quedó al niño. Se le quedó en 3 años. Tráigala. La va a botar. No, lávela muy bien. Córtele las mangas. Haga un chaleco y póngasela a la niña. Mamá, ya no sirve ni de chaleco. Trágalo otra vez. Désela al perrito. Ni el perrito quiere eso. Trágalo otra vez. Lávelo muy bien. ¿Para qué lo va a lavar eso? Cortémoslo y hagamos un limpión. Los limpiones son a 13. Hay de 1000. Traiga eso también. Entonces, por fin lo va a botar. No, lávelo muy bien. Séquelo. ¿Para qué va a sacar eso? Métalo a la almohada. La almohada está dura y huele raro. Mamá, saque todo eso de ahí. Por fin lo vamos a botar. No, lávo muy bien. Tráigame una tijera, hagamos mechitas. ¿Y para qué? Compremos un costal y hagamos un tapete de colores o hagamos un trapero de color. Pero no lo bote porque somos pobres. ¿Quién nos vendió la idea que estábamos tan mal para aferrarnos tanto a a lo viejo y no eliminar? Es es uno de nuestros proyectos que las familias entiendan que si optimizamos los recursos y y adquirimos algunos algunos buenos eh patrones de comportamiento en la economía, se puede en Colombia eh claro, con mucho esfuerzo, pero se puede comprar casa propia y lo hemos logrado con muchas familias que adquieron los principios y y realmente los logra. Ahora adquiera carro nuevo y terminan comprando uno usado. Está bien usado porque hay muy buenas opciones hoy en día, pero cuando voy a mirar el carro es viejísimo y siento que ah todo este proceso, ¿para qué compro eso tan viejo? Pero no debo nada, Kenji, baratísimo. Y a mi esposa le gusta. ¿Usted le gusta? Sí. empuje, mi hija, empuje. Y ese carro viejo termina sacándole más plata que uno nuevo. Terminan al final le terminan reparando el motor y terminan vendiéndolo por menos de la mitad del precio. Se pierde mucho dinero porque la mentalidad no nos permite entender que eliminar es esencial, es importante. Eh, vuelvo al tema, ¿cómo logro ser disciplinado? definitivamente eh organización, limpieza, que es eliminar y puntualidad. Puntualidad es respetar la palabra. El japonés es muy literal en eso. Él no entiende frases nuestras. Yo las digo, soy colombiano, pero el japonés no las entiende. En un segundo estoy ahí. Un japonés no entiende eso. ¿Cómo va a llegar en un segundo? Entonces, ¿dónde está? ¿Dónde está? Ya estoy ahí. Yo también. Así es por teléfono. No se puede decir eso. Ya le caigo. ¿De dónde va a caer? El japonés literal. Suena chistoso, pero es literal. Un amigo japonés se bajó del carro aquí en Colombia y yo le dije, lanzó la puerta tan duro que yo me dio por decirle en japonés lo que dice un colombiano. Láncela más duro. Pero le dije en japonés, la próxima vez lá duro. Le dije en japonés. Y sabe que me se me acercó y me dijo, “Sí, señor. No, no, no, no, que no la lance. ¿Cómo así la lanzo o no la lance?” No, eso significa que no la lanzo. Y entonces, ¿por qué dijo que la lance? Ay, no me pongas cuidado. Entonces, no la no la lanzó muy duro. No entienden el doble sentido, el sarcasmo. Si usted le dice que es a la 1, es a la 1. Si es a las dos, es a las 2. Él no entiende frases como, “Estoy a un paso.” No, no dice, “Sí, pero cómo va a estar un paso. El problema en Colombia es que ya no es solo fuerza de expresión. En realidad en Colombia esto se nos ha aplazado mucho. Ya estamos realmente muy mal en este tema. Usted dice, “En Colombia, en un segundo llego y puede estar a 14 cuadras todavía.” Ya, ya, ya, ya estoy ahí. Todavía se está bañando. En realidad sí se sufre mucho cuando se pide un producto. Necesito este producto. Perfecto, Kenji, ya le entendí. Ya le tengo eso. ¿Cómo? Pero lo acabo de pedir. Sí, tranquilo. Yo le tengo eso. Ya, pero ya. ¿Cuándo? Pase mañana. O sea, entre ya y mañana hay un lapso larguísimo. Explíqueme ya. Mañana a qué horas mañana temprano. Temprano. ¿A qué horas? 3 de la tarde. Eso no es temprano. Y es mejor que llamen porque puede que llegue a las 3 y no lo tenga. Estamos perdiendo cada vez más la noción del tiempo y cuando no hay puntualidad eh vamos a sufrir muchísimo para lograr la disciplina. La disciplina es el resultado de la organización, la limpieza y la puntualidad. Digámoslo así. Cuando la organización hace el amor con la limpieza, en la matriz de la puntualidad se gesta un bebé llamado disciplina. Cuando la organización hace el amor con la limpieza, en la matriz de la puntualidad se gesta un bebé llamado disciplina. Oh. Oh.
2 Comments
Me gustan los vídeos de este señor ❤
Exelente👍🏻