Se Revela SECRETO del Japonés Mexicano Para Transformar México en POTENCIA que Dejo EEUU en Shock
¿Qué estaría dispuesto a hacer un multimillonario japonés para transformar a México en una auténtica superpotencia global? Lo que parecía una simple inversión extranjera se ha convertido en un fenómeno sin precedentes que podría cambiar el rumbo económico y geopolítico del país. Estamos siendo testigos del inicio de una nueva era para México gracias a una visión asiática que muy pocos comprenden. Quédate hasta el final y descubre el sorprendente secreto detrás de esta alianza inesperada. Comenta la palabra japonés mexicano si crees que su secreto hará que México sea superpotencia. No olvides suscribirte y darle a like. Yo quisiera hacer una pregunta. ¿Quién de ustedes ha viajado al Japón o conoce a Japón? Ni uno. Oye, Japón da muy buenas becas, ¿eh? Para que la peleen. ¿Quién creen ustedes que sea más rico? ¿Japón o México? Claro. Fíjense que hasta el año pasado, hasta el año pasado Japón era la segunda potencia económica del mundo. Japón solito produce lo que producen Alemania, Inglaterra y Francia juntos, nada más con Japón lo tienen. Pero a pesar de ello, México, nuestro México, es cinco veces más grande que el Japón. Del subsuelo japonés no sale una sola gota de petróleo, ni para goterito para los ojos. Y eso queemos los ojos chiquitos. Y México y México nos regala 3 millones de barrilotes diarios a los mejores precios internacionales y decimos que hay pobreza. Del susuelo japonés no sale acero, hierro ni cobre. Y sin tener esos minerales, es gran productor de automóviles, de electrodomésticos y de infinidad productos que han invadido el mundo. Y México, tu México te da de su subsuedo cientos miles de toneladas de acero, de oro, de no de acero, de hierro y de cobre, de plata y hasta de oro. Y decimos que hay pobreza. Fíjense, ocho mangos en Japón valen $100. Ocho mangos 100. En Chiapas se pudren los mangos debajo de los árboles les dices a los chapanecos, “Oye, ¿por qué no recoges los mangos?” ¿Para qué? Pues para venderlos, amigo. No, nadie compra, todos tienen. Cuando Japón está en invierno, bajo 3 m de nieve, durante 4 meses, jóvenes, no consigues un jitomate crudo, menos una papaya, un plátano. Y tu México te lo regala todos los días. Y quién le sabe agradecer a esta bendita tierra todo lo que México nos da. ¿Quién le sabe agradecer? ¿Quién le sabe quién sabe aprovechar todas esas riquezas que sin ningún esfuerzo México te lo está dando? De sus entrañas, de su suelo, nadie. Y solo nos acostumbran a que nos merecemos más y a pedir y a pedir y a pedir. Ahí está la equivocación. Aún en amor, señores, México es mucho más rico que el Japón. A los que hayan ido al Japón, no van a encontrar parejitas besuqueándose, menos cachondeándose. Y aquí por donde voltees, hay amorna, por donde voltees, ¿eh? allá por atrás también todavía están abrazaditos y todo. Llegas aquí al al museo Somoaya y luego luego te reciben con mucho cariño, te abrazan, te felicitan, se quieren tomar fotos contigo. Sí, se ve que hay mucho, mucho amor. Me acuerdo la Navidad pasada que mi vecino, que muy pocas veces veo, me agarró de la nuca, puso su frente con mi frente y me dijo, “Te amo, chino.” Digo, “Oiga, yo no soy chino. Yo no soy chino.” Pero para que vean, para que vean, jóvenes, todo lo que México tiene. Tiene territorio, tiene extensión, tiene energéticos. tiene fauna, tiene flora, tiene minerales, tiene costa, tiene gente linda. ¿Y por qué decimos que somos pobres? Por cada niño desnutrido que me presenten en México, jóvenes, yo les puedo presentar a 10 obesos. ¿Dónde está la pobreza? ¿Dónde nos toca jugar a la selección mexicana en el mundial contra Brasil? No, ya perdimos, ya nos chingaron, ¿no? Ya nos golearon, ya nos golearon. Todavía ni suena el silvatazo y ya perdimos. ¿Saben qué? Entonces, la conclusión para mí, los pobres somos nosotros. Nosotros, tú y yo, los que nos creemos pobres, los que nos creemos tercermundistas, los que nos creemos atrasados, endeudados, teniendo un país tan rico. No se vale, la verdad. No se vale. Sabemos, no suena el silvatazo y ya perdimos. ¿Saben por qué? Porque no nos enseñan en los salones de clase, en las canchas, en todo lo que da demos hagamos, dar el alma, entregar el alma hasta morir por triunfar en la vida. Esa es la diferencia. y toda la comodidad y todo lo sobreprotegido y todo cuidadito para que no sufra el chiquito. Yo he ido a muchas universidades, me paro en el foro y los focos fundidos. Bueno, eh y a muchos pueblitos y a muchos municipios de la República Mexicana he tenido la gran fortuna de conocer perfectamente no más más que López Obrador a México. Y lo que me extraña, en verdad me extraña es que veo que los empresarios, los dueños de hoteles, la mayoría son extranjeros. son extranjeros y los empleaditos somos nosotros los mexicanos. Y me puesto a preguntar, ¿y por qué no somos empresarios nosotros? ¿Saben por qué? Porque nada más, y perdonen la comparación, han visto elefantes de circo con unos animalotes así grandotes que están amarrosos una cuerda y que no se escapan y que fueron creciendo desde pequeños en la sociedad, en los malos olores, llenos de moscas y que salen a trabajar como sale a trabajar el 86% de la fuerza laboral de mi país. sale a trabajar por necesidad a un mísero sueldo, por miedo a que no lo corran, por temor a que no lo sancionen, levantan la trompita, levantan la patita, hacen el trabajo que deben de hacer, ni un movimiento de más, ni un movimiento de menos. Y una vez que terminan de trabajar, los vuelven a anclar. Y así es hoy, así será mañana, la semana entrante, el mes entrante, el año entrante, hasta que se mueren o a los 40 años lo cambian por otro elefantito más joven. Créanme que ese elefante cuando era chico, cuando era joven, como lo son ustedes, quiso ser libre y estuvo luchando día y noche por zafarse de esta cuerda. Pero en ese momento la cuerda fue más fuerte que él. Le lastimó la manita, se la sangró, le sale costra, le sale callo, pero no solo callo en la manita, lo triste es que le sale callo en la cabezota de que yo no puedo, yo no puedo, yo no puedo, yo no puedo, yo no puedo, yo no puedo. Y ahí va el callote acá en la cabeza, en el disco duro. No puedes, no puedes, no puedes. Ya de gandote el elefante le quitas la cuerra y ni se escapa. Ahí están de baboso. Y no sé, fíjense jóvenes, si con razón o sin razón la sociedad mexicana le ha perdido todo respeto a los maestros de México. Ahora, cualquiera señora en con delantar se presenta en la guardería, en el kinder o en la primaria a gritonearle a la maestra, importándole un comino con quien esté. acusarla en la sesión de padres de familia o a o a exhibirla ante la directora. Entonces, nuestros maestros, nuestras maestras están educando a mis nietos, a los niños de México con mucho temor. No corras, no brinques, no saltes, no te trepes, no te quites el suéter, no te comas eso. No, no, no. No. Y además, niñito, contesta bien. Di mande usted, mande usted, ordene usted para que seas un gatito de Angora, pero al final gatito, cabrón. Fíjense. Y ahí está. Y no y no y no. salen de la de de la universidad y necesitan tener un domador al lado porque les da miedo emprender algo. Le preguntan al maestro, “Oiga, maestro, quiero ser empresario, ¿qué me recomienda?” Le digo, “Mira, joven, si el maestro supiera qué empresa iba a dejar Lana, pues ya sería el maestro el empresario. Ser maestro, jóvenes, es una profesión de vocación similar a la que tuvieron Sócrates, Aristóteles, Sullivan. A maestro le llamaron a Gandhi, a maestro le llamaron a Cuda, a Buda. A maestro le llamaron a Cristo. Y uno solo de estos maestros con su enseñanza y su congruencia en su enseñanza son los que han cambiado media humanidad. Pero los maestros, pero la culpa la tenemos nosotros, toda la sociedad mexicana, que ya no respetamos al ser y admiramos al tener. Todos queremos tener ser los dueños de esto, de este museo, el tener y el ser, el ser buen maestro, el ser un buen científico, el ser un buen policía, el ser un buen bombero, eso no nos importa. La educación se desvió totalmente y ya nos enaltece al ser. En mi niñez, las personas más importantes para nosotros eran el maestro, el boticario y el cura. Actualmente son los más denigrados y los héroes son los que tienen los mafiosos, los poderosos. Fíjense y la y el error está en la sociedad mexicana que admira al que tiene. El papá sale a pasear con el niño de 8 años y luego empieza el papá, “¿Ya te fijaste, hijito, en qué carrazo anda ese güey? ¿Ya te fijaste, hijito, con qué chamacota anda ese güey? ¿Ya te fijaste, hijito, en qué caserón se acaba de meter ese güey? ¿Qué quieres ser de grande hijito? Pues geey, papá. Por eso, vean cómo hablan los jóvenes actualmente. ¿Qué vamos a hacer el fin de semana, güey? ¿Con quién la vamos a pasar, gey? ¿A poco no hablan así, gey? ¿Verdad que sí, gey? Todo el mundo quiere ser gey. Y además decimos, “Oye, ¿qué te parece este lugar?” Padrísimo. ¿Cómo estuvo la conferencia? Valió madre. ¿Por qué lo bonito es padre y por qué lo feo es madre? Fíjense, jóvenes, todo no todavía no salimos ni de la colonia, hombre. El padre, el ascendado en el mejor caballo blanco con la mejor vestimenta, el mejor cacerón. Sí, el padre y la madre en el jacalito sufriendo, llorando, trabajando la madre y nosotros decimos, “Qué padre reloj, qué padre collar, qué padre carro. ¿Y cómo est la fiesta? ¡Valió madre, hermano, no te perdiste de nada.” Fíjense, de veras, tenemos que hacer un cambio. Y mi padre me enseñó, si quieres riqueza, siembra para un año, siembra maíz. Si quieres riqueza para 10 años, siembra árboles frutales. Pero si quieres riqueza para ti y para toda tu gente, siembra, siembra en ellos educación. Y la única forma de generar riqueza, jóvenes, en cualquier lugar, en cualquier nación, en cualquier empresa, es con educación. Educación tecnológica, educación vial, educación moral, educación civil, educación nutricional, educación deportiva. Todos los errores que tiene nuestro nuestro México es por la falta de educación. Me voy a permitir contarles una anécdota que me pasó con el presidente Salinas de Gortari para que vean en dónde invierte un país primerm mundista. Era padre de familia en nuestro Liceo Mexicano Japonés. Llegó a ser candidato, llegó a ser presidente de la República Mexicana y como a los 4 meses de ser presidente de la República Mexicana lo vino a visitar un primer ministro del Japón. La cita que teníamos con el señor presidente era las 4 de la tarde en Los Pinos, pero esa tarde había una gran manifestación de maestros que querían acomodar el lugar, llegar hasta Los Pinos. La comitiva japonesa, a pesar de tener cuerpo de seguridad, patrulleros y motociclistas, llegamos 15 minutos tarde a la cita con el señor presidente. El el ministro japonés llegó echando lumbre porque para ellos la puntualidad es ley de oro, donde no caben pretextos ni mucho menos excusas porque saben que de excusas siempre están llenos los excusados. Lo vio tan molesto el señor presidente que dijo, “No se moleste, señor ministro. Sabemos que allá afuera hay una gran manifestación de maestros.” El ministro japonés le dijo, “Miren, señor presidente, en mi gobierno, en mi burocracia, el mejor pagado es el maestro de primaria y secundaria. Porque si usted a ellos solo les paga salarios mínimos, solo hombres de salarios mínimos le van a poder entregar. Órale, tradúcele esto al señor presidente, pues a tragar camote de Puebla y no le quedó más que decir. Tiene usted toda la razón. Pero para que vean, jóvenes de la UNITEC, en la burocracia japonesa hay como en la burocracia mexicana hay licenciados, hay ingenieros, hay arquitectos, hay médicos, hay de todas las profesiones, porque en el Japón el mejor pagado es el maestro de la primaria y secundaria. ¿Por qué creen ustedes? ¿Saben ustedes por qué? Porque ellos hoy, hoy ya están construyendo el Japón del 2050. en sus pequeños niños los están moldeando, los están sincelando, los están tallando, los están puliendo, los están abrillantando porque ellos sean los futuros políticos del Japón, los futuros empresarios del Japón, los futuros investigadores y la futura sociedad japonesa. Ahora lo están haciendo. ¿Qué estamos haciendo nosotros en Puebla? Digo, en Oaxaca, cerrando carreteras. quemando autobuses, saqueando negocios, maestros que se están haciendo pipí popó enfrente de la catedral en plena plaza pública para que el niño de 8 años esté viendo que su maestro está haciendo esto, para que crea que en el año 2050 México va a seguir consiguiendo este tipo de democracia en este sentido con manifestaciones, con cierre de carreteras y saque Os, señores, estamos mal, rotundamente equivocados. Tercer problema que tiene mi hijo. ¿Con quién firmamos el primer tratado de libre comercio? Estados Unidos y Canadá. Y díganme, ¿qué han comprado hecho en Canadá? en Sams, en en Walmart, en la Soriana, en la comercial mexicana o en el mercado de cerca de su casa. ¿Qué han comprado hecho en Canadá? Nada. Pero, ¿qué tal hecho en China? Eh, que el Tratado de Libre Comercio, jóvenes, fue con el Oriente, con China o con Canadá y Estados Unidos. ¿Y quién se preocupa por ello, ¿Quién se preocupa por esto? Nadie. nos importa un comino. Pero fíjense, jóvenes, para que vean cómo nos tienen agarrados nuestros vecinos. Ojalá nada más fuera así del pescuezo, pero no tien rusos. Pero nadie se preocupa por México. Yo les obligo sin derecho alguno, pero les pido, les suplico que la próxima compra que van vayan a hacer, compren lo que esté etiquetado con la nomenclatura 750. Todo lo que empiece con 750, jóvenes, está hecho en México. Ese dinero sí se nos queda aquí. Ese dinero sí crea fuentes de trabajo, si no su futuro va a ser cada día más difícil y tienen que cooperar con México. Estos son los tres problemas que tiene México. Uno, que no somos autosuficientes en nuestros propios alimentos porque no le pagamos dignamente al campesinado mexicano. Dos, no damos una educación básica de valores. Tres, no cuidamos las fuentes de trabajo. Sin ser candidato, ahí les va lo que yo creo para sacar a México adelante. Ahora, ¿qué podemos hacer nosotros? ¿Tú yo, ¿qué podemos hacer? ¿Cómo se llama usted, maestro? Perdón. Mande Ana, Anita, ¿cuándo cortaría el árbol que su papá y su mamá plantaron enfente de su casa cuando usted nació? ¿Cortaría el árbol cuando usted eh que plantó su papá y su mamá cuando usted nació? Y ahorita de tener ese arbolito como 32 años, bueno, se le ve muy bonito, muy frondoso. [Aplausos] Gracias. Nunca lo cortaría, ¿verdad? Lo amaría, lo cuidaría. Claro, pero si ese árbol, Anita, hubiese sido plantado por un exente de la Ciudad de México de hace 32 años, no se acuerda ni cómo se llamaba el condenado regente. Y son dos árboles iguales, fíjese. Uno lo plantó mi papá, mi mamá, lo amo, lo quiero. Y mientras más años pasa, más lo amo y más lo quiero. El otro lo plantó papá gobierno y me importa un reverendo comino lo que pase con él. Por eso las cosas que hace papá gobierno nadie las cuida, nadie las las protege, nadie las ama, porque esto también es de educación formativa. Yo he ido, jóvenes, a muchas universidades públicas, me paro y volteo para arriba y los focos fundidos, pero en el edificio de al lado están dando energía, digo, licenciatura en electrónica, pero acá los pinches focos fundidos. En e en enero estaba por Matehuala, unos arbolitos estaban secando. Les digo a unos jóvenes, agarren esas cubetas, jóvenes, y vayan a regaros árboles que se están muriendo. Ah, no, eso es trabajo del jardinero. Y ustedes que están estudiando. Nosotros estamos estudiando para bioagrónomos. Fíjense, así está la educación en nuestro México. Así está. ¿Han visto las escuelas primarias federales cómo están despintarrajeadas, vidrios rotos, eh los baños hechos un asco, le dices al señor director, “Oiga, señor director, ¿cuándo van a arreglar esta primaria?” Ah, no, ya hice la solicitud a la CP. ¿Y cuándo van a venir? Pues quién sabe, pero ya le pedimos. Estamos esperando todo el mundo ahí, 500 familias esperando. Yo quisiera que se hiciese como se hace en el Liceo Mexicano Japonés y se hace en todas las universidades, tanto públicas como privadas en el Japón, que una vez al año se reúnen padres de familia, maestros y alumnos y entre todos pintamos la escuela, entre todos vanizamos las bancas, entre todos pulimos los pisos, entre todos hacemos los trabajos de jardinería y entre todos, entre todos hacemos los trabajos de de plomería y las escuelas parece que se inauguraron ayer. Y a mí me da mucho coraje ver en cada universidad 800, 700 jovenzotes, puro Latin Lover, puro Fernando Colunga, puro William Levy, bien ponchadotes, bien guapetones, bien formadotes, bien huevonzotes, que no hacen nada, no hacen nada los condenados, todos quieren que lo hagan. No, si yo ya pagué colegiatura. que lo hago. ¿Y tú qué haces por tu escuela, maestro? ¿Qué haces tú por tu escuela? Alumno, ¿qué haces tú por tu universidad? ¿Todo quieres que te lo den? Señores, México ya no aguanta. México ya no aguanta. Ha llegado el momento en que tenemos que aportar algo de nuestro sacrificio voluntario en bien de nuestra nación. Porque el verdadero amor, jóvenes, el verdadero amor es el sacrificio voluntario, buscando siempre el bienestar del ser amado, de la institución amada o del país amado. ¿En qué te has sacrificado voluntariamente para tener derecho? Porto México para poder tener derecho el 15 de diciembre de de septiembre, perdón, 15 de septiembre gritar un Viva México. ¿Con qué derecho que has dado por tu nación? Ahora, ¿por qué las empresas japonesas llegan a ser Ya se están aburriendo? ¿Por qué las empresas japonesas llegan a ser tan grandes? ¿Por qué saben ustedes? No crean los que los fundadores de la Hitachi, de la Sano, de la Sanchio hayan sido o de la Sony hayan sido herederos de grandes fortunas. Son jóvenes como ustedes que se reúnen todas las tardes para soñar, para dibujar, para pensar, para presupuestar su futura empresa. A esa etapa nosotros la llamamos etapa del enamoramiento. Cuando firman el acta constitutiva es el acta de matrimonio. Cuando en un local chiquito empiezan a poner computadoras, todo lo necesario para su negocio es el embarazo. Cuando invitamos al presidente municipal y al cura a echar agua bendita y a toda la familia y para cortar el listón es el nacimiento del bebito en presiente para que este bebito crezca lo más sano posible. Después del cuarto año es cuando entra al kinder, donde viene la educación, los cursos, los viajes, las nuevas instalaciones. Hasta los 20 años los empresarios japoneses no le sacan un solo peso a la empresa. Un solo peso, no. Todo es inversión tras inversión. Y mientras, ¿de qué vive el dueño de Yakul? Vivimos de una regla moral de uno a siete. Si yo no puedo pagar más que 1000 pesos al de menor jerarquía, la empresa nada más me puede pagar a mí 7,000. No me alcanzan, pues tengo que pensar cómo puedo pagarle primero al de menor jerarquía 5,000 para que a mí me puedan pagar 35,000. Todavía no estoy de acuerdo. Tengo que pensar porque me enseñaron que los pescados se pudren por la cabeza. ¿Cómo hacer para vender más? cómo reducir gastos, cómo ser más eficiente para poder pagarle primero al de menor jerarquía, al de menor jerarquía 10,000 para que a mí me puedan pagar 70,000 más los otros 70,000 de reparto utilidades promedio mensual, pues ya con 140,000 pesos al mes puedo ir al Somaya a echarme una buena conferencia sin cobrarles nada al unitec. ¿Cómo la ven? Por eso, por eso, por eso las empresas, por eso las empresas japonesas llegan a ser tangan. Y yo quiero preguntarles si los japoneses están en lo correcto o están totalmente equivocados. Desde que ustedes nacieron hasta los 20 años, ¿cuánto dinero les quitaron sus papás? Nada, ¿verdad? ¿Cuánto dinero invirtieron sus papás en ustedes? No solo en dinero, en tiempo, en amor, en cariño. Lo mismo es una empresa, jóvenes, porque cuando iniciaron con la empresa de tener a tenerlas a ustedes, a sus hijitas, a sus hijitos, pues cuando nacieron, cuando nació la empresa era una mungrita así de 3 200 3 chillón. No dejaba dormir, Que no, que chilli chilli toda la noche. A los tr meses la mamá hubiera dicho, “Ya esta porquería la tiro al basurero.” Pero el amor, el cariño que le tenían a ustedes los han hecho grandes universitarios. Lo mismo es una empresa. Hay que invertir, invertir, invertir sin sentir sacrificio. Hacerlo con mucho amor, con mucho gusto para que la empresa llegue a ser grande. Y además tengo la costumbre todos los jueves cuando están saliendo mis trabajadores de las oficinas o de la fábrica o de las fábricas, agarre a cualquiera y le diga, “Hoy me voy a ir a cenar a tu casa, Eduardo. Hoy me voy a cenar a tu casa, Yoshi. Hoy me voy a cenar a tu casa. Sí, Daniel, hoy me voy a cenar. Me autoinvito. Claro que se ponen bien nerviosos porque en su casa nadie sabe que el presidente de Yakul va a ir a gorronear la cena.” Digo, “No te preocupes, hombre. El primer Oxon, en el primer Seven-Eleven, nos compramos unas conchitas, unas donitas y al llegar a tu casa que tu mamá, tu señora, tus tu hija, tu aijada, tu sobrina, tu comadre, tu vecina o lo que tengas en tu casa con esta nueva ley de convivencia, nos haga nos haga un cafecito y me estoy hasta las 11, 12 de la noche platicando con toda la familia de mis trabajadores y ahí he entendido cuáles son las angustias y las carencias que tiene el trabajador mexicano. La mayor angustia que tiene el trabajador mexicano es que no tiene seguridad de trabajo. No sabe cuándo lo van a correr. Siempre vive con miedo, siempre vive con angustia. Y un perrito con miedo, fíjense, desconfía de cualquier movimiento, pela los dientes, siempre está en posición de huir. Un un perrito en un ambiente de mucha confianza, brinca, salta y es de lo más lindo. Así es el trabajador también muy leal cuando les da seguridad de trabajo. Me van a decir, “Bueno, que en Jacul nunca corren a la gente.” Pues la verdad no. Nosotros contratamos a la gente como si fuéramos a adoptar a un hijo al cual hay que educar, hay que formar y hay que hacerlo crecer. Pero a pesar de ello, hay veces que sí lo tienes que decirles aonara despedir, pero lo despedimos por cinco motivos nada más. Y díganme si es culpa de la empresa o del trabajador. Uno, porque llega muchas veces tarde. ¿De quién es la culpa? Porque falta mucho, porque se robe algo, no me importa. Le importe es el hecho. No hay perdón. Cuatro, porque llegue tomado o drogado. Cuatro. Quinto, porque de la valiosísima información de Yakul a Chamito, salvo eso no hay bron. Sí. Por eso ahora de lo que carece el trabajador mexicano es que no recibe sueldo moral. Nunca le dicen, “Oye, qué bien lo hiciste. Te felicito. Qué buen qué cantidad de sabritas vendiste arriba, adelante. Bien, qué bueno. Sí. Oye, los proveedores se fueron encantados de tu atención. Ese tipo de sueldo nunca se da. Y muchas veces los jefes, los gerentes, los directores, los empresarios creen que el trabajador trabaja por un sueldo. Y dígame, ¿quién está contento con su sueldo? Aunque esté aquí el director, hombre. No le saquen. Nadie está contento con el suelo. Nadie está Cuando le suben el suelo. Ay, qué bueno que trabajo en la Unitec, qué bueno que trabajo en en Costco, qué bueno que trabajo en en la Toyota, qué bueno que trabajo en Yakul. Al segundo mes acostumbro a ese sueldo. Al tercer mes ya me hace falta más que antes y al cuarto mes empiezo a renegar. Yo tengo mucho más años que aquel güey y a mí me pagan mucho menos. Yo me friego en el tercer turno y a mí me pagan una bicoca. No, pues a esa le pagan más. Pues ya ves que es la querida de ya sabes quién. A renegar los otros 9 meses. Nunca los sueldos motivan. Lo que motiva a tu gente, óiganlo bien, lo que motivan a a tu gente es que les des mucho sueldo moral, que se sienta el trabajador necesario, útil, respetado y querido, necesario, útil, respetado y querido. Y cuando el trabajador se siente así, qué es de lo más leal que puedas encontrar. maestras también. Bueno, a llegar al invierno de la vida alguna vez. Ojalá lleguen como ese viejito de Karate Kid 1, Karate Kid 2, todo seguro, todo tranquilo, agradeciendo cada amanecer, trascendiendo en la juventud y no lleguen como llegan muchos de nuestros ancianos, endeudados, sin dinero, malqueridos y deprimidos y enfermizos. Pero es que nadie les enseñó que iba a llegar el invierno de la vida. Y para no llegar al invierno a la vida, hay que conocer las estaciones. La primavera para el ser humano es desde cuando uno nace hasta los 20 años, donde hay que crecer física, moral e intelectualmente a toda tu plenitud. Si tú partes un plátano en forma perpendicular y lo observas, vas a ver que está dividido en tres gajos, todos iguales, todos parejos. No hay uno que sea más chipotudo que el otro, pero actualmente los jóvenes con tanta revista semipornográfica, con tanto Latin Lover y Fernando Colun y Williams Levy, creen que lo más importante es lo físico y se olviden de lo moral y se olvidan de lo intelectual y se van 4 horas diarias, eh, 4 horas diarias, ojalá para estudiar no lo hacen, pero se van 4 horas diarias al gimnasio. para que le salgan bolas en los brazos, en el pecho, en las nachas, en los pantorrillas, se abren la camisa y andan presumiendo el solo para mujeres. Claro que esto impresiona cualquier chica. Las chicas no no no las chicas eh son bien aventadas, lo invitan a tomar una tacita de café, pero las chicas de la actualidad no nunca han sido tontitas, ¿verdad? Y se no se acaban de tomar media tacita de café. Inmediatamente se dan cuenta que el brutot que tienen enfrente tiene todo el coco vacío y le faltan bolas donde las debería tener bien puestas. Señor se gran la de Deception. Después viene, después viene de los 20, de los 20 a los 40 viene el verano donde los árboles son frondosos, dan flores, dan fruta. Así también el ser humano es cuando se casa, cuando tiene hijos, cuando puede trabajar 72 horas sin dormir, está en todo su apogeo. Pero después viene el otoño de los 40 a los 60. En el otoño ustedes vean como los árboles empiezan a cambiar de color sus hojas y como poco a poco se van cayendo las hojas. Así también en el ser humano nos cambia el color del pelo, se nos va cayendo el pelo, se nos cae la vista, se nos caen los dientes y se nos caen muchas cosas más en el otoño de la vida. Después de los 60 llegamos al invierno de la vida. ¿Cómo quieres llegar al invierno de la vida? Ojalá llegues siendo un señorón, que puedas viajar por donde se te antoje, puedas entrar a cualquier clínica hacer tus chequeos médicos o puedas entrar a cualquier juguetería comprar los juguetes de tus nietos y no llegues siendo un esclavo de la vida que a pesar de haber trabajado desde muy temprano hasta muy noche, tienes la obligación de levantarte una vez al mes y hacer unas colotas para recibir nada más una míera pensión o ir a los centros. de salud para que de malas formas te nieuen las medicinas o cuando regresas a lo que era tu casa te rumben en un cuartucho bien húmedo y bien frío. Y es que no te enseñaron que iba a venir el invierno de la vida. Y para no llegar jóvenes así al invierno de la vida, el secreto está en lo siguiente. Desde el primer ingreso que tengan en su vida, paguen páguense a sí mismo un 10%. El otro 90% no es suyo. El otro 90% se lo van a tener al que le presta la casa, les presta la luz, les fabricó la ropa, les cosechó los alimentos. A ellos se los van a tener que dar. Pero si ustedes trabajaron desde muy temprano hasta muy noche, es justo y necesario que se paguen a sí mismo ese 10%. y páguenselo los 20 años del verano y los 20 años del otoño durante 40 años. Han visto árboles que tienen 40 años como tienen un troncotote así que dan mucho follaje, mucha sombra y van a ver en los tiempos de agosto que hace un calorón, van a ver cuántos güeyes vienen a tomar sombra debajo de este árbol llamadas nueras y yernos. Y este arbolote que tiene un troncotote así, no nace de una semillota, así, nace de una pequeña semillita así chiquita chiquita, como fue mi primer pequeño sueldo. Pero yo lo estuve regando quincena con quincena, abonando en las vacaciones, en los aguinaldos, en la sem en las prestaciones y este árbol fue crece, crece y crece y ahora me da toda la tranquilidad del mundo. Y sé además que este árbol aún de muerto, aún de muerto va a tener mucha mucha leña para seguir calentando muchos hogares. Ya.
Un impresionante secreto ha sido revelado, y su protagonista es un japonés mexicano cuya visión ha comenzado a transformar radicalmente el rumbo de México, dejando incluso a Estados Unidos en estado de shock. Este personaje, que ha pasado desapercibido para muchos, está detrás de una serie de estrategias que podrían posicionar a México como una verdadera potencia global. Su enfoque mezcla la disciplina japonesa con la pasión mexicana, dando lugar a un modelo económico y social revolucionario que ya está dando resultados. A lo largo de este video, desentrañamos cada detalle de este plan oculto, analizando por qué ha captado la atención de las potencias mundiales y qué impacto tendrá en el futuro inmediato del país. Si te interesa el destino de México y las fuerzas que lo están impulsando hacia una nueva era, no te puedes perder esta historia reveladora. Suscríbete y activa la campanita para no perderte ninguna novedad sobre este fenómeno sin precedentes.
Se Revela SECRETO del Japonés Mexicano Para Transformar México en POTENCIA que Dejo EEUU en Shock
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